27 de julio de 2008
La palabra vocación viene de la palabra latina vocatio que quiere decir "llamada". Tanto ser esposo como ser sacerdote debe ser un llamado, un llamado a la felicidad desde esa realidad, lo que sucede es que el matrimonio te lo ofrece el mundo desde que naces, te bombardean con esa idea toda tu vida, pero nunca nadie te dice, "tu vas a ser sacerdote y vas a ser muy feliz", sino te dicen "tu vas a casarte y vivirás feliz para siempre", la cultura de hoy no te propone más que una alternativa.
Ser sacerdote, es una pregunta que todo joven cristiano debería hacerse por lo menos una vez en la vida.
Continuación...
No os ahuevéis