5 de agosto de 2011

Día 5- "Ora et Labora"



Esta mañana después de lo acostumbrado (Rezo comunitario, Eucaristía, desayuno), eso sí, trascendental y de alimento para el alma, procedí junto con Carlos a iniciarme en los oficios de la casa. Agarrar el suapo o trapeador, y limpiar áreas comunes tan importantes, como la capilla, donde pasamos casi tres horas diarias. Nada mejor para reflexionar aquella consigna benedictina, de “Ora et Labora” (orar y trabajar) para recordarme que no se trata de un espiritualidad de la vagancia y enajenante, sino todo lo contrario, el trabajo se convierte en oración y humanamente nos hace más digna nuestra convivencia. Les dejo una foto de nuestra pequeña huerta... que no que es mentira.


Aquí no hay distinción como podría pensarse, -seminaristas jóvenes a limpiar y religiosos mayores a descansar), lejos de ello, predican con el ejemplo y cada quien con su tarea dentro de una bien entendida distribución del trabajo, “no todos servimos para todos pero todos servimos para algo”. Repito un verdadero ejemplo y referente para mi vida, Pedro Jesús religioso y sacerdote agustino recoleto (que este sábado próximo cumplirá apenas 86 añitos y ya iniciamos preparativos de su celebración, él, dentro de su fervor y amor a Dios solo pidió como regalo, se le deje presidir en la misa del día domingo) . Es una persona humilde y autónoma, que lejos de ser una carga, contribuye con la comunidad, siempre presto y dispuesto a retirarte el plato de la mesa o recoger cualquier cuestión, cosas que yo a mis 26 años aún me faltan por aprender, “servir”, el que no vive para servir no sirve para vivir decía el maestro espiritual San Ignacio de Loyola.

Después de mi corrida vespertina, que me disfrute y mientras corría pensaba: “Para apreciar y encontrar a Dios, cuando se hace difícil encontrarlo en el interior, los sentidos muestran su magnificencia en el exterior” y que no se me tache de romántico o “mariconazo”, que no lo vi en las mariposas, sino en gruesos pinos y abedules (como no soy biólogo botánico, me invento los nombres, pero usted me entiende, árboles grandes e imponentes) erguidos y flexibles ante la caricias del viento, un cosmos (universo ordenado) definitivamente, lejos de la idea del caos yo veo un principio rector, un Dios de dinamismo y orden en sus categorías. Bueno y ya sabrá leer después de una enjundiosa y nutricia tertulia, a dormir.


1 comentario:

tu hermano dijo...

Muy bien ,, el trabajo Diario y sensillo tambien es mision!!! una vida de mision escondida con Cristo, tambien somos llamados a vivir en estas pequeñas tareas que nos santifica!!!!